martes, 5 de noviembre de 2013

Tal vez hasta los niños deberían volver a ser niños...

Salí a caminar. Suele pasarme esto desde que me dí cuenta que me estaba volviendo excesivamente sedentario y dependiente de la computadora. La pc pasó ahora al celular, por lo que la desconexión no es total. Pero tiene sus ventajas. Como por ejemplo que existan aplicaciones que te cuenten los pasos y los kilómetros que caminás. Y para alguien como yo, que no le gusta esto de caminar por caminar, tener un desafío a superar es un estímulo. Es más, hasta le estoy tomando el gustito... Pero me estoy yendo de tema. 
Cuestión, que cuando ya estaba volviendo a mi casa, pasé por la plaza Pueyrredón. Muy linda plaza, bien cuidada, con espacio para correr, patinar, jugar al básquet o al fútbol, tomar mate... 
En una de las manzanas del parque, están preparando el terreno para poner juegos para los niños. Y ese preparar el terreno, implica que se formen unos pequeños taludes de tierra. Pues bien: ¿dónde estaban los niños? Jugando en las montañas de tierra. Que no tendrían más de un metro. Pero allí estaban, trepándose, escalando, corriendo bajo la atenta mirada de los padres. 
No creo que estuvieran jugando a vaqueros e indios. Tampoco a la guerra. O al menos no lo sé. Pero lo que sí sé, es que en estos tiempos informatizados, ver a estos niños siendo niños, dedicándose a jugar, a inventar escenarios, haciendo actividad física, me volvió un poco a mi propia niñez. Recordaba esto de que todos tenemos un niño interior, que tenemos que dejar salir a ese niño, que tenemos que ser un poco como niños también... y me preguntaba si, tal vez, hasta los niños no deberían volver a ser niños...

martes, 23 de septiembre de 2008

Muros que dividen

Hace unas semanas viví una experiencia que me llenó de asombro... y de impotencia. Por un tema personal, fui al barrio San Jorge. Para los que no ubican, Colón al fondo (al 11.000, donde se acaba el asfalto). Tuve la oportunidad de recorrer el barrio, de observar y charlar con algunas de las personas que viven allí. Barrio obrero. En una ciudad que sabemos tiene uno de los niveles de desempleo más altos del país. Con un grupo de personas a los que acompañaba descubrimos algunos casos de desnutrición. Un solo caso ya es inhumano, indignante...
Esto lo vi. Pero ocurre que existe algo en ese barrio que grafica muy bien cómo nos desentendemos de aquellos que menos tienen. Lindero a la av. Luro, sobre la calle San Martín (que cerca de la costa es la famosa "Peatonal" por la que circulan miles de turistas al año) han construído un paredón. Tan largo como el barrio. Charlando con la gente, uno se entera que una empresa constructora compró esa franja de terreno que está entre San Martín y Luro, y construyó el MURO para evitar que sea apropiado por los vecinos. De paso, les impide el paso a la Avenida, complica el acceso a la salita de primeros auxilios...
En tiempos de Libertad, de Democracia, cuando todos festejamos hace ya años que derribaran el Muro de Berlín, en Mar del Plata construímos el nuestro. Y lo permitimos. Lo permite el Intendente, el Consejo Deliberante, y hasta algunos vecinos.
Indignado, triste, qué más decir. En una sociedad dividida, los límites están cada vez más marcados. Ojalá comencemos a construir puentes. A construir fraternidad. A derribar los muros. Para vivir como seres humanos.
"Desde que existe el Mundo
hay una cosa cierta
unos hacen los muros
y otros hacen las puertas..."
Carlos Varela - Muros y puertas

domingo, 8 de junio de 2008

Animarse a salir

Te voy buscando... despacito... casi tímido. No es que no te conozca. Compartimos mucho día a día... Pero no logro encontrarte la vuelta. Últimamente te veo de bajón. No me engañás. Tal vez sea justamente porque ahora te estás haciendo esa pregunta que odiás con el alma... "¿Cómo me siento?" Mirá si te conoceré que sé que eso te tiene mal desde hace tiempo. Y estoy seguro que es porque no querés aceptar justamente eso que sentís. Como si pudieras ser fuerte en todo momento, siempre estás con un "todo bien" en los labios, respuesta que soluciona cualquier pregunta... que tengas que hacerte.
Sé que tampoco querés reconocer ante los demás que estás mal... que querés evitar el "¿no era que todo iba mejor?". Difícil aceptar el fracaso, ¿no?. Pero así es peor... Animate a hacerte la pregunta, y a convivir un poquito con la angustia... tal vez las cosas no sean tan negras como pensabas.
Sé que sufriste pérdidas, y que te culpás por eso... Es doloroso, no puedo negarlo. Pero no podés vivir la vida (con todo lo que ella implica) anclado al pasado. Hiciste lo mejor que pudiste. Viví con la sencillez de quien sabe reconocer sus errores, pero también con la paz de quien se sabe aún en la lucha.
No te quedes ahí en la silla, atrás de la compu. No te cierres. No te dejes caer. Te necesito.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Salmo a la Misericordia de Dios

Estaba sumido en una profunda oscuridad,
las tinieblas se habían apoderado de mi alma.
Mi lámpara no tenía aceite, ni cabo mi vela;
ni te buscaba, Señor, ni te quería encontrar.

Mi corazón estaba seco, triste mi alma.
El vacío oprimía todo mi ser.

Mientras tanto, Señor, ahí estabas;
claros eran los signos de tu presencia.
Mis ojos permanecían ciegos a ellos,
pero vos me esperaste con infinita paciencia.

Y cuando por fin puede gritar: "Te necesito,
vení pronto en mi auxilio a rescatarme!",
sólo entonces pude verte, sentir el calor de tu abrazo,
llorar en tu hombro, escuchar tus palabras de consuelo.

Porque siempre estuviste a mi lado,
tu mano nunca se apartó de mi hombro.
Aunque no te sintiera, vos me sostenías.
Vos me trajiste nuevamente a tu presencia.

Tu Misericordia es eterna, tu Amor no tiene límites.
Nunca dejás de confiar, tu Paciencia hace milagros.
Por eso acá estoy; otra vez, me pongo en tus manos.
En vos pongo nuevamente toda mi esperanza.

jueves, 24 de enero de 2008

Aprendiendo a vivir

Ayer hablaba con un amigo acerca de las construcciones de la realidad. De cómo varía de uno a otro, dependiendo éstas de lo que vemos, lo que escuchamos (o leemos) y la interpretación que hacemos de los hechos. Y, por supuesto, de nuestra experiencia propia, lo que hemos vivido y permanece agazapado, esperando el momento oportuno para sorprendernos.
Así construimos nuestro mundo (puedo olvidar variables, pero creo que nombré las más importantes). Y en función de esas "construcciones", tomamos decisiones. ¿Podría decir que nuestra libertad se mueve en ese mundo creado por nosotros? Para debatir. Lo cierto es que las personas con las que convivimos a diario también realizan sus propias construcciones. Que no son las mismas que las nuestras. Aunque encontremos, con algunas, muchos puntos en común. Lo que nos permite generar proyectos, amistades...
A qué viene todo esto, podrás preguntarte... Trato de entender. Y de entenderme. Por qué tantos desencuentros, por qué tantas malas decisiones... Evidentemente construí un mundo "paralelo", tan alejado de la realidad, que terminó transfigurando no sólo los hechos, sino también a las personas implicadas. Las desconocí. Y de paso, terminé desconociéndome a mí mismo.
¿Justifica esto lo actuado? Por cierto que no. Y por cierto que el tiempo no puede volverse atrás. Pero me ayuda a entenderme. Y hoy, de la mano de quien desde mi adolescencia le dio sentido a mi vida. Que no pide explicaciones, como hoy yo tampoco las pido. Sólo sabe esperar. Y confía en mí.
Vuelvo a encontrarme conmigo. A mis treinta y diez. Para reconstruir sobre los escombros. Ahora tengo un buen arquitecto. Y también manos amigas que, a pesar de todo, siguen estando para que (a pesar de mis peores pronósticos) pueda continuar creciendo y aprendiendo a vivir.

lunes, 21 de enero de 2008

Mi corazón en tus manos...

Estás ahí, siempre ahí... En mis sueños, en cada canción veo tu rostro. En cada rincón de mis recuerdos, en cada cielo estrellado, en cada palabra que no quiero decir, pero digo. No hay peor distancia que la que genero, sabiendo que no hay posibilidad de olvido.
Tu cabeza sobre mi pecho, escuchando los latidos de mi corazón... tus manos acariciando las mías, descubriéndolas... tus silencios hechos palabra, y la constante sensación de saberme importante para vos. Como vos lo sos para mí.
No quiero olvidar. No quiero que tu imagen se esfume de mis ojos. Ya no quiero saberte lejos. No quiero creer que es demasiado tarde. Te extraño. Y no puedo dejar de seguir esperándote...

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Amasando la vida... con ojos de niño

Comienzo. Siempre hay un comienzo. Y nuevos comienzos. Como cuando éramos niños, y jugábamos con plastilina. Todo podía volver a ser de nuevo. Creábamos animales, flores y bastaba hacer una bolita para que nuestra imaginación generara nuevas formas y nuestras manos le dieran vida.
Es cierto. Hoy no podemos hacer una bolita con la realidad. Y hasta puede que la realidad se niegue a ser amasada. Pero siempre podemos poner un poco de masa acá, o sacar de allá. El modelo nunca está terminado. Como siempre, todo depende del amor que pongamos en cada toque, en la ternura con que la miremos. En aprender a mirarla siempre con ojos nuevos, con ojos de niño. Para saber, desde la inocencia que ellos nos regalan, que siempre es posible.

martes, 13 de noviembre de 2007

Amigos

Aún en las más profundas soledades, cuando parece que nadie acude a nuestros sordos gritos de auxilio, aparecen los amigos...
No sé si todos están siempre. Sí tengo la certeza que algunos sí, y otros van estando en algunos momentos cruciales de nuestra vida.
Tengo la bendición de tener de estos 2 tipos de amigos. A todos ellos les agradezco. Pero estas líneas son para dos amigas en especial. Una me conoce hace años (y hace años que me banca)... La otra desde hace sólo 2, pero que parecieran muchos más... Ellas estuvieron en estos últimos tiempos de garrón y de búsquedas. De desgarro y cicatrización. Que a pesar de la distancia, estuvieron presentes a través del celu o del chat, o del teléfono. Y me acercaron palabras que me ayudaron a pensar, a discernir... sin consejos. Sólo oído y confrontarme compartiendo sus experiencias.
Gracias por saber estar. Por no necesitar que les diga que estaba mal para adivinarme y hacerse presentes. Por acompañarme en mis búsquedas. Por no temer preguntarme. Por hacerse cargo de la pregunta. Por hacerme reír y descontracturarme. Porque como dice Serrat: "Ellas saben que la amistad es lo primero".
A todos los amo. Lo saben. Siempre. Y saben que estoy, aunque tenga el alma un poco dolorida.

Tironeo



Un niño que juega con otros al fútbol con una pelota de plástico. Otro que juega sólo con un videojuego en su habitación.
Un niño que tiene todo lo que necesita y más. Otro que no tiene lo que más necesita.
Un niño rodeado de casillas de madera y chapa. Otro encerrado entre cuatro paredes y rejas.
Un niño aspirando poxi. Otro aspirando a una carrera universitaria.
Y yo en el medio, tironeado por estas dos realidades.
Y yo en el medio...